Mundo Startup

La idea de los fundadores fue, desde un comienzo, aprender de su propia experiencia y convertirla en una cualidad.

Así es como desde un comienzo, señalan, se preocuparon por que LIVE4LIFE fuera una empresa de confianza, que transmitiese seguridad y sencillez. Elegir un piso no tiene que suponer un problema si no todo lo contrario, es un proceso emocionante el cual debemos saborear, dicen estos emprendedores.

Hablamos con Alberto Añaños, uno de los fundadores y CEO de la compañía.

¿Cómo y cuándo surge LIVE4LIFE?

Yo mismo fui uno de esos estudiantes que dejó la casa de sus padres y la localidad donde vivía para cursar sus estudios universitarios. Aunque mi experiencia en la ciudad fue fantástica, eché en falta a alguien que me ayudase en las primeras etapas, cuando no conoces a nadie, ni la ciudad y te encuentras un poco perdido. Eché en falta un servicio especializado en estudiantes. Ese fue el germen de LIVE4LIFE y a eso nos dedicamos, a ofrecer un servicio por y para ellos, a buscar alojamiento a los estudiantes y hacer que su cambio de vida sea más fácil.

Comenzaron con un marcado enfoque digital que ahora combinan con oficinas físicas, ¿es este el modelo de negocio a seguir?

Nuestro modelo de negocio es básicamente digital, pero no hemos querido perder el contacto directo con nuestros clientes. Aunque la mayoría son nativos digitales, les da mucha seguridad saber que si pasa algo, estaremos en la oficina para ayudarles. Nuestro producto es muy peculiar, si pides una camiseta por internet y te llega defectuosa la pérdida es mínima. Pero la casa que te verá crecer como persona y que te acogerá es una decisión muy importante para cualquier estudiante. Por eso queremos estar ahí y que sean ellos los que decidan cómo quieren que sea su alquiler.

¿Planean dar el salto al alquiler convencional o prefieren seguir en el segmento de estudiantes?

Ni nos lo planteamos. Es uno de nuestros valores diferenciales enfocarnos en los estudiantes. Ya no solo a nivel empresa, también por nuestros clientes. Cuando alguien piensa en alquilar su piso, sin tener claro a quién, le pueden venir a la cabeza cientos de competidores. Pero si tienen claro que quieren alquilar a estudiantes a la cabeza seguramente solo se les venga una plataforma, LIVE4LIFE. Ese es nuestro objetivo, ser el player de referencia en alojamiento universitario.

¿Qué ventajas obtienen los clientes que recurren a su plataforma?

Hacemos que los estudiantes vivan la etapa de traslado a una nueva ciudad de la forma más agradable posible. No solo les buscamos una casa, también les explicamos cómo es la ciudad, los lugares en los que encontrarán los servicios que necesitan e, incluso, en la época precoronavirus, organizábamos actividades de ocio para que los estudiantes hiciesen nuevas amistades. Somos sus asesores personales para la emocionante nueva vida que les espera. LIVE4LIFE es más que una plataforma de alquiler de piso, es una comunidad de estudiantes.

¿Los alumnos de Erasmus recurren a su plataforma o existen empresas que organizan el alquiler desde los países de origen?

Nuestro público es principalmente nacional. Pero no le decimos que no a ningún estudiante, venga de donde venga. Como mayoritariamente trabajamos con pisos completos, lo que solemos hacer es cerrar acuerdos con universidades o empresas que organizan este tipo de viajes. De esta forma, ellos se aseguran que sus alumnos van a estar en pisos de calidad, todos juntos y con un servicio totalmente personalizado para ellos.

¿Cómo está afectando la situación económica actual a su modelo de negocio?

El estado de alarma nos llevó a una situación que no habíamos vivido anteriormente en el sector: pisos vacíos pero con las pertenencias de los inquilinos dentro. En ese momento tuvimos que mediar entre infinidad propietarios y estudiantes que no sabían cómo actuar. Esta situación se ha solucionado con la inclusión en los contratos de la cláusula COVID, un epígrafe que define la cantidad de renta que propietario percibirá si se vuelve a dar una situación de confinamiento como la de la pasada primavera.

Por otro lado, la incertidumbre en torno a cómo se desarrollarían las clases este curso 20/21 ha provocado que nuestra temporada alta se retrase.  Este año, septiembre ha sido el mes en el que más contratos de alquiler se han firmado, en vez de ser julio, como ocurre habitualmente.

¿A qué retos han tenido que enfrentarse como startup?

¡Buf, muy buena pregunta! Creo que todo el mundo que emprende sabe que tendrá que enfrentarse a muchos retos, pero una vez empiezas es cuando les pones cara. Para nosotros lo más difícil fue llegar de una forma tan disruptiva a un mercado tan establecido. Somos gente joven queriendo hacer las cosas de forma diferente y eso es difícil de asimilar cuando ya se tienen tantas cosas preconcebidas como cliente.

¿Cree que las instituciones apoyan lo suficiente a las empresas que comienzan?

Sí y no. Es verdad que hoy por hoy hay muchos programas y premios para startups que te ayudan a formarte y a conseguir entablar relaciones con otras personas de la misma área. Pero a la hora de la verdad, solo se materializan en galones. Que están muy bien, pero al final solo te motivan a creer en ti, no te ayudan en el día a día. Creo que la base de una startup es una buena idea que responde a una necesidad de la sociedad clara y gente trabajando duro día a día para conseguirla. Pero nada de esto se puede sostener sin un mínimo de financiación. Tras mucho trabajo, nosotros hemos conseguido ser rentables por nosotros mismos y poder ir creciendo año tras año. Pero son muchísimos los amigos que conozco que tenían una buena idea, muchas ganas de llevarla a cabo y, a pesar de trabajar muy duro, tuvieron que abandonar a mitad de camino porque no tuvieron el apoyo económico suficiente.

¿Qué recomendación daría a quien está pensando en lanzar su propio proyecto?

Que supere el vértigo que da pensar en un principio, ¿y yo voy a poder hacer todo eso? Porque si cree en su idea, lo conseguirá. Tendrá que trabajar muy duro, día y noche, pero si de verdad piensa que el mundo necesita una startup como la suya, nadie podrá pararle.